TotAlzir@: El Ayuntamiento de Alzira ha restaurado la imagen de Sant Antoni Abat

jueves, 22 de enero de 2015

El Ayuntamiento de Alzira ha restaurado la imagen de Sant Antoni Abat


El MUMA acogió, ayer por la tarde, una conferencia al respecto del proceso de restauración de la imagen de Sant Antoni Abat, llevado a cabo por la restauradora del MUMA, Mónica Ibáñez. El acto contó con la presencia del concejal de Fiestas, Rafael Fita, el director del MUMA, Agustín Ferrer, el presidente de la comisión de fiestas de Sant Antoni, Andrés Pau, y la restauradora de la imagen.



Fita ha manifestado: “Esta restauración era muy importante porque con ella recuperamos y ponemos en valor una parte de nuestro patrimonio. Y más al tratarse de una imagen de una fiesta en la que Alzira se tiene una gran tradición al respecto”.

         La imagen de Sant Antoni Abat, más conocida popularmente como “Sant Antoni del porquet”, ha sido sometida a un exhaustivo proceso de restauración en el Museo Municipal de Alzira. Es uno de los casos ejemplares de imagen que sobrevivió a la guerra civil española. Su interés cultural se debe al valor sentimental e histórico, debido  a la gran devoción que le profesan los/as alzireños/as, así como a  la arraigada tradición secular de la celebración de su fiesta. Estos dos aspectos juntos la hacen digna de ser tratada con gran afecto y respeto.

El proceso de restauración ha revelado que ha habido, al menos, siete intervenciones en la talla: la mayoría son repolicromías; otras, repintes puntuales y un par de reconstrucciones volumétricas importantes.

La restauradora del MUMA ha contado con la colaboración del Instituto de Ciencia de los Materiales de la Universidad de Valencia, así como del equipo de radiología del Hospital Universitario de la Ribera.

Criterios de intervención
Los criterios de intervención que se han seguido han sido:
- Planteamiento previo de la actuación: Observación y diagnóstico.
- Conocimiento del comportamiento físico y químico de los materiales constitutivos y de las causas potenciales del deterioro.
- Máximo respeto por el original, tanto de los valores culturales como materiales de la obra, así como la correcta lectura estética sin crear


falsos históricos, renunciando a toda participación creadora, resguardando lo que el autor ejecutó y quiso transmitir.
- Mínima intervención, siempre asegurando la integridad física de la obra.
- Estabilización y consolidación de elementos degradados. 
- Reversibilidad de los materiales utilizados durante el proceso de restauración. En el caso de la consolidación la reversibilidad del producto no puede asegurarse completamente, pero es necesaria su utilización para mantener la integridad física de la obra.
- Materiales que no impidan posibles intervenciones posteriores.
-Reintegraciones cromáticas y volumétricas discernibles, en armonía visual con el original.
- Máxima durabilidad de la intervención, utilizando materiales inertes, conociendo su envejecimiento, la apariencia final y su correcta aplicación.

Sant Antoni Abat
La fecha más antigua de la que se tiene constancia de la celebración de esta fiesta, aunque se sabe que se celebraba con anterioridad de manera intermitente, se remonta al 6 de abril de 1789. Será a partir de 1809 cuando se festejará de manera continuada. Posiblemente, sobre 1811 se talló la imagen, sufragada por los vecinos de la calle del Fosar y un tal Saboret Bort, vecino de la calle Hort dels frares.

La fiesta religiosa se celebraba en la iglesia de san Agustín hasta 1933. Tras la guerra civil española se trasladó a la capilla de las monjas de la Beneficencia, pero debido a una reforma de ampliación del colegio en 1973, pasó a celebrarse definitivamente en la parroquia de San Juan Bautista, donde sigue actualmente.

Las hogueras constituyen una nueva aportación a la fiesta, formando parte de la tradición; del mismo modo las mujeres solteras y las niñas pasaban a tocar la campanilla del santo para encontrar novio. También se incorpora la costumbre de sacar a los animales en la procesión para obtener la bendición de san Antonio, su patrón.

En 1936, por miedo a su destrucción durante la contienda bélica, la talla es escondida por Consuelo Sifre. Tras la guerra, debido a las malas condiciones en las que se encontraba oculta, se tiene que reconstruir. Es la primera noticia que se tiene de una intervención.



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