Chile logra el pleno de victorias y complica la clasificación al Atlético de Madrid

Chile logró ayer el pleno de victorias en la fase inicial del XXXII Cotif a costa de un Atlético de Madrid que tendrá que apurar sus posibilidades de clasificación en la última jornada contra Guinea Ecuatorial. Los suramericanos jugaron con un buen número de suplentes pero a pesar de ello fue capaz de resistir a las intermitentes envestidas de los rojiblancos, que llegaron con más intensidad en la segunda mitad, sin ser capaces de superar a un inconmensurable Sanhueza.
Nadie quiso el balón en los primeros instantes del duelo. El esférico adquirió una velocidad de infarto con el dominio alterno, sin que ninguno de los dos conjuntos acumulara posesión como para erigirse como el dominador del encuentro. Los chilenos, dada su clasificación, reservaron a buena parte de sus mejores efectivos y el conjunto B se dejó ir sin la intensidad de la formación suramericana que disputó los dos primeros partidos del campeonato. Con ello, el Atlético fue adquiriendo fuerza y sus llegadas gozaron de más peligro, aunque hasta el minuto veinte se caracterizaron por un inocente disparo desde la frontal. Las necesidades de puntos obligaron a los madrileños a mostrarse más voluntariosos.


El fútbol demostró una vez más no ser ecuánime con el esfuerzo y los suramericanos se adelantaron en la primera llegada al área rival. Paredes transformó un penalti que pareció justo en su señalización. Corría el minuto 26 y después el partido murió hasta el descanso sin que ninguno de las dos formaciones aportase jugada destacada. A pesar de la timidez atacante de los primeros treinta y cinco minutos, Óscar Fernández no modificó el once en los vestuarios. Las modificaciones de pupilos llegaron diez minutos después, aunque la intensidad del juego rojublanco no se movió un ápice. Corrieron con el balón pero sin él fueron los suramericanos los que más apretaron, sobre todo en tres cuartos de campo defensivo. Fue en dicha zona donde los españoles se mostraron más imprecisos, sin capacidad de enlazar combinaciones de peligro.

Los chilenos se liberaron ofensivamente alrededor del minuto 55, con dos importantes llegadas, una de las cuales fue sacada en la línea de gol, con el cancerbero Alejandro Santomé vendido. Las ocasiones más claras de los rojiblancos llegaron a partir de entonces, sobre todo con una chilena de Rubén Fernández para la que Sanhueza tuvo que hacer la estirada del partido. El carrusel de cambios no ayudó a mantener la intensidad conseguida durante apenas cinco minutos y el balón volvió a alejarse de los marcos donde se deciden los partidos… y las clasificaciones. A falta de un minuto para el final llegó otra para de mucho mérito de Eryn Sanhueza, que se convirtió en el hombre del partido.

Carles Senso