
A la media hora llegó la jugada clave del encuentro con el primer tanto del encuentro. Una jugada por la banda derecha vasca acabó con un penalti más que claro que nadie protestó y Eli Ibarra se encargó de lanzar a la red. Las rojiblancas por delante eran doblemente complicadas de batir. Tras el paso por los vestuarios el Valencia siguió pecando de alguno de los males que le provocaron ir por detrás en el marcador. Su juego fue demasiado vertical, sin elaboración en el centro del campo, por lo que las delanteras (sobre todo Mari Paz) fueron víctimas de excesivos balones en largo ante los que se encontraba indefensas frente a las zagueras rivales. El Valencia mereció más premio dado su incesante ataque pero las de Aguirre demostraron ser un auténtico cerrojo.
Con superioridad numérica en el campo, las de Cristian Toro intensificaron su presión y un disparo de Carol desde la frontal levantó el público, aunque fue a las manos de Ainhoa. El Athletic controló los últimos impulsos valencianistas y pudo sumar la victoria en un torneo cuyo prestigio crece como la espuma.
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