Esta feria de Llombai se está convirtiendo una cita
imprescindible cada mes de enero. El tranquilo pueblo se trasforma en los días de
feria, 23,24 y 25 de enero, en un rio de
visitantes.
Durante todo el fin de semana, los más pequeños de la casa
han podido divertirse con las representaciones teatrales y juegos típicos de la
época como el tío vivo de Da Vinci o las mesas de ingenio. Asimismo, el mercado
contó con un sinfín de animales como burros, caballos y dromedarios.
Los más mayores
disfrutaron con las representaciones teatrales, danzas populares y música
ambulante además degustar los manjares de la época en las tabernas, teterías,
braserías y pulperías.
El recinto ferial dividido en varias zonas: el Zoco; el
Campamento Militar, donde los soldados realizaron los desfiles militares y la
recreación de luchas y justas; la exposición de cetrería, compuesta de diversas
clases de aves rapaces como búhos, águilas, halcones y buitres; y la Villa de
los Artesanos con talleres en los que se mostraron cómo se talla la madera, el
modelado del barro o la fabricación de papel.
Interesante actividad para toda la familia si se pudiera
disfrutar de ella y el rio de gente no te impidiera ver nada de las actividades
realizadas.
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