TotAlzir@: Bastidas visita las obras de restauración de la portalada neoclásica del antiguo convento Santa Llúcia

viernes, 16 de enero de 2015

Bastidas visita las obras de restauración de la portalada neoclásica del antiguo convento Santa Llúcia


La alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, junto a miembros de la Corporación Municipal, responsables de la intervención y restauración  y propietarios del inmueble donde está ubicada esta portalada, ha visitado las obras de restauración de la portada neoclásica perteneciente a la capilla del antiguo convento de Santa Llúcia en Alzira. Con estos trabajos se completa la restauración de la fachada, iniciada de acuerdo al proyecto redactado por los servicios municipales del Ayuntamiento de Alzira en septiembre de 2011.


Bastidas ha destacado: “Desde el Ayuntamiento de Alzira siempre apostamos por la recuperación de nuestro patrimonio ya que es una parte muy importante de nuestra historia. Con la restauración de esta portalada neoclásica completamos la restauración de la fachada de este convento. Una portalada que está declarada BIC, por contener el escudo histórico de la Ciudad mejor conservado. Una intervención importante y que pondrá en valor la fachada de este antiguo convento ubicado en una de las zonas con más historia de Alzira”.
 
El Ayuntamiento, aún no tratándose de una propiedad municipal, actúa como promotor de la restauración de la Portalada Neoclásica, debido a su importancia patrimonial respecto del ámbito del Centro Histórico y al encontrarse en la misma, tallado en piedra, el escudo histórico de la Ciudad mejor conservado. Asimismo, esta portalada está declarada BIC, precisamente por contener el referido escudo heráldico.

Con la ejecución del presente proyecto de restauración de la portalada neoclásica, se finalizará la intervención iniciada en su día, con la restauración de unos 477m2  de la antigua fachada del Convento. El buen resultado obtenido en la restauración de dicha fachada, efectuada en el año 2011, han impulsado los trabajos de restauración de la portalada barroca, finalizando así totalmente la restauración exterior de este importante elemento patrimonial de Alzira.

La intervención se divide en:
·        Preconsolidación, para evitar que se desprendan elementos no cohesionados o sueltos.También se rellenarán fisuras y grietas.
·      Desalinización. Tras la medición de las sales correspondiente se llevará a cabo una supresión de las mismas en la superficie de la piedra. Cada día se llevará un control de la concentración salina hasta que quede constatada su completa eliminación.
·      Limpieza. Eliminación superficial de la suciedad y elementos nocivos.
·      Consolidación. En aquellas zonas en las que se muestra que hay daños importantes en la fábrica, habrá que hacer una restitución funcional o de forma. En este caso, se cambiaría la piedra afectada por otra de aspecto y comportamiento similar, pretendiendo elevar la durabilidad del conjunto conservando al máximo el material original.  Se mejorará la resistencia mecánica de la roca, aumentando la cohesión de los granos de la zona superficial y evitando su desprendimiento.
·      Reintegración volumétrica. Únicamente se llevará a cabo la recuperación de volúmenes y formas arquitectónicas perdidas, en parte o totalmente, cuando sea estrictamente necesario para su correcta lectura visual o en aquellas zonas donde se posea la documentación suficiente para poder ejecutar la reconstrucción sin hacer falsos históricos, haciendo discernible el material añadido .
·      Protección (hidrofugación) para impedir el paso de lluvia al interior  permitiendo la salida al exterior del vapor. Los líquidos hidrofugantes o hidrorrepelentes rellenarán poros y al secarse formarán una película repelente aislando la superficie de la roca.

Convento de Santa Llúcia
El convento fue construido por real orden del año 1536, para la comunidad de monjas agustinas, y fue uno de los mejores dotados de la ciudad, al contar con la protección de Margarita de Austria. La fundación del hospital, se atribuye al notable Pere Esplugues, señor de la Pobla Llarga, que quizá sin saberlo, retornó este inmueble, al uso inicial de atención a los enfermos. A partir de 1642, los jurados de la Vila acuerdan la ampliación del edificio, dependencias e iglesia.
Con la desamortización de Mendizábal de 1836, se extinguió la orden conventual de las Agustinas, pero continúo el uso de hospital.
En el año 1886 y por falta de espacio, el uso hospital se trasladó al exconvento de Caputxins, manteniendo el nombre de Hospital de Santa Lucía, en recuerdo de este convento que, al quedar sin uso, fue abandonado, y vendido por partes, siendo ésta la causa de la perdida de la mayor parte del conjunto conventual.


Finalmente fue adquirido por Pedro Martínez Cano, para establecer una empresa familiar de reciclaje.
         El edificio ha sufrido durante sus 477 años de historia, amputaciones, alteraciones y modificaciones de todo tipo, con la finalidad de adecuarlo al uso que en cada época se le ha exigido.






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