



El popular y reconocido actor de 87 años, interpretó al padre José María, un sacerdote católico de gran carisma. Querido y admirado por sus feligreses, vecinos de un de los barrio más elegantes de la ciudad, se enfrenta a las ideas de un joven seminarista con ideología progresista y muy impetuoso.



En esta obra, que
lleva dos años de gira, solo actúan dos personas, pero a un ritmo impresionante
y muy dinámica, “cada diez minutos hay una sorpresa” según comentó Arturo Fernández
en una entrevista añadiendo «Quien ve el espectáculo lo recomienda» y es cierto
es una gran obra que la gente no debería dejar de ver
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