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domingo, 13 de julio de 2014

Elena Bastidas: La regeneración en femenino plural


Cinco alcaldesas de distinto color político analizan la actualidad y aportan sus ideas
Las barreras "dependen de las personas". Ellas no las conciben, ni en los ayuntamientos que dirigen ni ante los ciudadanos por los que trabajan cada día desde la proximidad. Activistas del municipalismo, destacan la sensibilidad social y la implicación en los problemas de la gente como valores irrenunciables en su 'gobernanza'. Por encima de signos políticos, discursos enlatados y guiños electoralistas, cinco alcaldesas valencianas repasan la actualidad sociopolítica, del paro a la elección directa de regidores planteada por Rajoy, y aportan ideas para salir de una crisis que les ha cambiado su prisma de gobierno. Coinciden en pedir al Estado que afloje el nudo de los ajustes para generar empleo, la «injusticia» de la financiación autonómica, la necesidad de reformar la Constitución y acabar con la primacía del varón en la sucesión a la Corona y en que no se debió tocar la anterior Ley del Aborto. Divergen en otros asuntos; de eso se trata: femenino plural.
IMPACIENTE Y CORDIAL
Nombre:
Elena Bastidas Bono, 45 años, alcaldesa de Alzira (PP).
Trayectoria:
En política desde 1995;11 años alcaldesa. Dos legislaturas como presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).
Formación:
Abogada, estudiante de Ciencias Políticas y doctoranda en Derecho Administrativo.

Elena tiene una máxima en la vida: "luchar por lo que crees". Eso es lo que ha venido haciendo en las últimas tres legislaturas al frente de la Alcaldía de Alzira, la capital de la Ribera Alta, y en su responsabilidad como presidenta de la FVMP, la primera persona -hombre o mujer- que repite mandato al frente del ente intermunicipal. Soltera, vive con su madre octogenaria, que "será feliz el día que deje la política". No será voluntariamente, al menos hasta que complete su programa de gobierno. Esa batalla no quiere perderla, como otras en las que ha desistido: "mi abuelo era un alto cargo del PSOE que fue encarcelado y nunca he conseguido que mi madre se afiliara al PP; guarda un triste recuerdo".

La alcaldesa de Alzira llegó al cargo "de carambola" tras la ruptura del partido y los cuatro expedientados en el pacto antiblasco que defenestró al primer alcalde democrático del municipio. "Bueno va, vamos a intentarlo con esta chica", debieron pensar en "un momento muy difícil en el que sólo quedamos dos ediles", recuerda esta apasionada del teatro, la ópera y la música de los Ochenta.
Elena Bastidas tiene claro que "no se deja de ser alcaldesa ninguna hora del día", uno de los principios básicos del municipalismo del que deberían aprender los gobiernos autonómicos y estatales. Manda más en el Ayuntamiento, pues poco tiene que hacer en casa con "una madre de otra época", y asegura de Rita Barberá, la eterna alcaldesa, que "supone una manera de hacer política, un ejemplo a seguir como Paco Vázquez en el PSOE".
Sobre la gestión municipal considera que no hay tantas barreras. "Estamos más cerca de lo que parece", afirma la mujer que le dijo no a Alberto Fabra en su llamada para que ocupara un escaño en las Cortes. Se debía a su ciudad, para la que heredó el contrato de externalización en la recogida de basuras del socialista Pedro Grande: "salía más barato y punto".
Viene Elena camino de 12 años de gobierno en mayoría, pero ¿hacia dónde vamos? "Las mayorías van a estar complicadas por regla general, pero es un reto por el que debemos trabajar y acaban contando las personas". No demoniza un posible cuatripartito que ya se dio en Alzira, pero advierte de "lo malo de la componenda de intereses particulares".
¿Más alcaldesas que antes? "No me llama la atención, es lo normal.Lo extraordinario es que antes los partidos no nos lo pusieran fácil". En cuanto al género del nuevo/a presidente/a del Consell, dice creer en las personas con capacidad, hombre o mujer, y un proyecto y un equipo potentes. "No soy sexista. Se necesita una persona comprometida y generosa, pues le quita mucho tiempo a su familia", dice la alcaldesa. Y zanja el tema: "tenemos un gran líder". En el espinoso asunto de la corrupción cree Bastidas que "se ha perdido mucho respeto por los políticos cuando la excepción no es la regla general". Eso sí, hay que combatirla con firmeza y "dignificar la política como arte noble y ciencia humana".
Elena Bastidas no tiene una receta mágica para salir de la crisis, pero intuye cierto paralelismo entre la situación actual y la Transición que dio lugar a "pactos maravillosos para sacar a España de la Dictadura". "Es el momento de los grandes acuerdos, de la altitud de miras y el sacrificio de los intereses personales en busca de votos", señala la alcaldesa de Alzira, que reformaría la Constitución en tres puntos: cambio en la sucesión a la Corona para que el heredero no sea siempre varón; cambio en la Ley Electoral con listas abiertas y gobiernos para las más votadas; y una reorganización del Estado, "no para ser federal".
El empleo es el otro caballo de batalla. "La Ley de Sostenibilidad debería darnos un margen para crear más planes de empleo.Tenemos superávit en caja y sobre el presupuesto y Montoro no me deja gastarlo en generar empleo". De nuevo el ministro, el que tiene la última palabra para resolver la "injusta" financiación. "Tenemos que hacerle ver que es primordial para el funcionamiento de España que la Comunidad Valenciana esté bien dotada política y económicamente".
http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2014/07/13/53c17dcd268e3eb8228b457d.html


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