Intentamos recuperar las tradicionales "paelles" del día de la representación del hallazgo de Nuestra Señora de Aigües Vives
Hallazgo de la Virgen de Aguas Vivas
El 12 de octubre de 1250, cuando un labrador que araba sus tierras descubrió entre sus cultivos la imagen de la Virgen.
La preciosa talla despertó, desde el primer momento, un gran fervor en Carcaixent. Tanto que, durante la Edad Media, se trasladaba del convento en el que se custodiaba hasta la parroquia de la localidad para protegerla de las epidemias o para pedirle cualquier tipo de ayuda, por ejemplo, que lloviera como se necesitaba y se sigue necesitando para las labores agrícolas.
Desaparecida la comunidad de monges Agustinos de La Barraca, son los Franciscanos de Carcaixent los encargados de actuar en esta representación.
La gente rodea un campo que un labrador está arando con una yunta de bueyes. De momento la reja del arado choca contra un objeto duro y los bueyes tienen que detenerse. El labrador se acerca y ve que han chocado contra una caja de madera. La saca a la superficie, la abre y observar sorprendido que contiene una imagen de la Virgen.Acude al convento cercano (ahora lo tiene más fácil sólo tiene que ir hacia la gente que rodea el campo y decirlo al grupo de los frailes que están entre el público):
He trobat una Verge!
He trobat una Verge!
Los frailes acuden a comprobar el hallazgo, toman la imagen de la Virgen y la depositan sobre un pedestal y se celebra la Eucaristía.
Tras esta misa la imagen de la Virgen es trasladada a Carcaixent. Han comenzado las fiestas patronales en honor a la Virgen.
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